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22.06.2012 - 11:52

Soluciones a la vista

Las obras de saneamiento que realiza la IM, llevó a realojar a seis familias de Casabó al oeste del Cerro.

En diciembre de 2006 Uruguay firmó un convenio con el Banco Interamericano de Desarrollo destinado a financiar programas de saneamiento en Montevideo con el fin de mejorar las condiciones de vida de la población. Entre los objetivos del Plan de Saneamiento se encuentra la construcción de obras de drenaje pluvial y la disminución de la insuficiencia de infraestructura de drenaje urbano en áreas críticas de la capital. El proyecto, que además de mejorar la calidad de vida, brinda el servicio de saneamiento, beneficia a más de 1.500 viviendas.

El 3 de setiembre de 2011, autoridades municipales y departamentales visitaron el barrio Casabó. La terminación de las obras de saneamiento fue uno de los reclamos de vecinos y vecinas en aquella oportunidad. Casabó, un barrio muy pobaldo, no contaba con dicho servicio. En el paso de la obras, como la bajada de los fluviales y el drenaje del agua del bañado, viviendas se veían afectadas por el trabajo desarrollado por la Iintendencia de Montevideo (IM). Para que las familias no vieran afectadas su calidad de vida y, para que las obras puedieran continuar, se realojó a algunas de ellas.

Natalia, una joven propietaria de las nuevas viviendas, contó que a los fondos de su anterior casa en la calle pasaje Artigas (Casabó), estaba la cañada que "con los días de lluvia, inundaba el terreno". Desde hace tiempo esperaba la vivienda "con miedo porque mi otra casa estaba toda rajada por los arreglos que estaban haciendo" y el patio se había inundado varias veces. "No podíamos salir porque estaba todo lleno de agua". Al tener grandes probabilidades de inundación dentro de la casa "me dieron la posibilidad de tener una nueva vivienda". El 5 de junio se mudó a la vivienda 4367 que "está preciosa", en Paso Morlan esquina Cibils, en la zona oeste del Cerro. Cajas y muebles desparramados daban cuentan del caos de la reciente mudanza que Natalia había finalizado, hace apenas unas horas, con la ayuda de sus sobrinos. Algo que le parecía "mentira". Con una gran sonrisa en su rostro, intentaba ordenar, y daba algunas órdenes a sus ayudantes para llevar cada cosa a su lugar. Tres dormitorios, el baño y la cocina compeltaban un pasillo angosto; al frente el living-comedor con dos ventanas que permiten una gran iluminación a toda hora.
La vivienda Nº 4377 recibía a Katy, también mamá de tres hijos, uno con discapacidad. Sus lágrimas no puideron contenerse cuando el Director del Departamento de Desarrollo Ambiental de la IM, Juan Canessa, le entregó la llave. La emoción fue tan grande que le costó abrir la puerta. Como era de esperar, la primera reacción fue entrar y mirar la casa, como sin poder creer que el sueño se había hecho realidad.
Dos hombres en un camión los esperaban afuera, a ella y dos de sus hijos,  para alcanzarles sus pertenencias: sólo unas pocas bolsas y un colchón de una plaza. "El techo es lo principal, después veremos cómo, de a poco, vamos armando el rancho con la heladera y todos los muebles", asintió Katy emocionada. No tenía muebles alguno, pero con el sólo hecho de que no le entrara agua a la casa estaba feliz.

El director de Saneamiento de la IM, Néstor Campal, explicó que las obras de saneamiento en Casabó están finalizando. Un obra que se enmarca en la cuarta etapa del conjunto de obras del Plan de Saneamiento que van a transformar la bahía de Montevideo, ya que "se van a eliminar todos los vertidores del medio de la bahía" y "se han termiando las redes internas" en algunos barrios como Casabó y otras próximas a Cerro Norte. "Ahora comenzamos las obras de interconección de todas estas redes más las excluyentes".

Virginia Martínez

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