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25.06.2012 - 14:33

El mundo sobre ruedas

Primero un gusto, después una meta: el campeonato. Mañana, cumplir un sueño: pertenecer a la selección uruguaya. Nada es imposible.

En el Mercado Victoria de La Teja (Carlos María Ramírez esq. Rivera Indarte) funcionan diversas actividades culturales y deportivas, entre ellas patín. Un deporte no muy reconocido en nuestro país. Decenas de niñas y unos pocos niños, practican este deporte, desde hace cuatro años, como Nahiaya. Al año, se sumaron más chicas como Vanesa, Luna, Diana y Fernanda, todas entre apenas 10 y 13 años. Pensando en el futuro y preparándose para entrar, más adelante, en la selección uruguaya de patín, estas cinco niñas salieron pre-seleccionadas para participar en el campeonato "Copa Amistad" en Rosario, Argentina.
Según explicó Lucía Rivas, la profesora de patín, existen en este deporte tres categorías: junior, cadete y señor. Pues, ellas "están comenzando la etapa y preparándose para entrar en la primera categoría". Lucía, que comenzó a andar sobre ruedas  a los 5 años, además de ser la profesora es una de las patinadoras de la selección uruguaya, y con apenas 21 años tiene una extensa trayectoria. Tiene cuatro títulos del campeonato nacional, en 2011 participó en los juegos panamericanos en Guadalajara (México) representando a Uruguay, obtuvo tres medalla sudamericanas en la modalidad combinada y es campeona federal en diferentes categorías. Ya sea por practicarlo, enseñarlo o observarlo, el patín "es algo que me apasiona". Los títulos la condujeron a ser  ser profesora desde los 17 años. "Se fue dando un poco  de casualiadad", pero sin querer  tuvo éxito en sus metas y marcó su camino de vida.

El patín, les empezó a gustar a la mayoría de las niñas, porque veían a sus amigas, excepto en el caso de Luna que tuvo influncia por su prima.  "Yo las veía a ellas y me empezó a gustar y empecé", sostuvo timidamente Fernanda. "Quise animarme, me animé y me empezó a gustar", expresó Luna con cierta soltura. Pero, más allá de que las caídas y los golpes son normales en un patinador, sobre todo en los y las principiantes, el proceso de aprendizaje, de mantener el equilibrio y tomar confienza no se logra de un día para el otro. "Para poder llegar a más, se necesita tener una fuerza interior aparte porque en realidad las caídas van a existir de por vida. "Yo hace 16 años que estoy arriba de los patines y me sigo cayendo", indicó la profesora.
Las cinco deportistas cuentan que empezaron a patinar en los rollers con los que se les hace más fácil, ya que se tiene un sólo punto de equilibrio "que es la línea", lo que hace menos dificultoso llevar adelante la práctica. Con una gran sonrisa Vanessa recordó: "la primera vez que  andube en unos de cuatro me caía a cada rato, apenas daba un paso y ya me caía".
Con los años, el cuerpo se va acostumbrando a las caídas y a los dolores y la confianza también va ganado terreno cuanto más se practica. Las competencias, son sumamente importantes para adquirir confianza, por eso la trascendencia de este campeonato amistoso para estas pequeñas patinadoras que cruzan el charco y salen del país por primera vez.
El desafío será competir en cuatro ruedas, toda una experincia para ellas que vienen practicando desde años, tres veces por semana.  Allí, tendrán que desafiar varias pruebas de saltos y trompos en una coreografía individual,  y serán calificadas con un puntaje que va del 1 al 10.

"Es una experincia linda",  expresó Diana, la única del barrio Causeglia (las otras con de La Teja). Consultada por cómo concoció el Mercado Victoria, relató: "Tenía un profesor en la escuela que nos traía acá hacer gimnasia y un día vi un cartel que decía: 'Patinaje artístico', y enseguida pensé que quería hacerlo. Le dije a mi madre y empecé".

Teniendo en cuenta que el patín en un deporte de "segundo plano" en Uruguay y que no lo practican en las mejoras condiciones, ya que la pista del Mercado Victoria les queda chica para el nivel que están, que no tiene los patines de mejor calidad, que no cuentan con spenosor y a veces tiene que alquilar otros clubes para practicar mejor,  estas niñas, junto a la profesora, el esfuerzo de todos los padres, el respaldo de la Federación Uruguaya de Patín y Hockey y el apoyo de vecinos y vecinas, han logrado alcanzar sus metas.
Como consecuencia de los duros fríos de 2011, se instaló un refugio en el Mercado Victoria, en aquel momento el primero en la zona del municipio A . Las actividades culturales y deportivas que se realizaban en el Centro Cultural y Deportivo, se vieron, entonces interrupidas para atender a personas en situación de calle. Una madre de las patinadoras contó que en ese período, de aproximadamente cuatro meses, los padres buscaron otras alternativas. "Con mucho sacrificio alquilamos otros clubes para que las nenas pudieran seguir practicando", pero en algunos "teníamos que pagar cuatroscientos pesos la hora". Cuando se habilitó, entre la comsión el Mercado y algunos padres "vinimos a limpiarlo y ponerlo en condiciones".
"Uno se queja de que todo sale plata, de que todo cuesta, pero cuando uno las ve saliendo a la pista con sus vestidos de lentejuelas, hechos por nosotras mismas [las madres] y ve la emoción de ellas que es lo que les gusta, cómo se concentran y se lo toman enserio, es un orgullo ", manifestó Cecilia Suárez, mamá de Luna.
Para las pequeñas, no es poca cosa tener una profesora joven y, por sobre todo, integrante de la selección uruguaya, ya que ese es el objetivo de ellas: representar a su país.  Gracias también al buen relacionamiento y compañerismo de alumnas y profesoras "cada vez vamos a llegar más lejos", expresó Diana. Aunque sea a pulmón como lo vienen haciendo hasta ahora.
Mientras montones de ruedas sacaban chispa en la pista del Mercado Victoria, madres, padres y vecinas/os de La Teja, vendían tortas fritas a la entrada, recaudando fondos para el campeonato en Argentina, en un día especial donde los primeros fríos del invierno comenzaban a  sentirse.

Virginia Martínez

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