El pasado jueves dos de mayo, vecinos, vecinas y concejales/as vecinales, recorrieron “La cachimba del piojo”, con el objetivo de realizar un diagnóstico conjunto sobre la situación ambiental en la que se encuentra el barrio actualmente. Con el fin de continuar trabajando al interior de la comisión de políticas ambientales, el grupo recorrió calles, visitó casas de vecinas, reparó en la vista hacia el pantanoso, y compartió anécdotas sobre el barrio.
Aunque la tarde del jueves fue fría, la recorrida comenzó sobre el cruce de las calles Heredia y Gregorio Caminos, donde se fueron registrando aquellas zonas en las que algunas estructuras del barrio, deterioradas por el uso, buscan una mejora. Para vecinos/as y concejales/as, es fundamental el mantenimiento de la cancha, lugar que cada tanto reúne a adolescentes y niños/as que van a jugar fútbol, compartir una chocolatada o escuchar música.
A lo largo de la recorrida, también se conversó sobre la situación de las calles, que según los vecinos, en momentos en los que llueve, muchas quedan inundadas, o con charcos estancados en pozos, lo que dificulta el tránsito de peatones/as y de autos que se desplazan por el barrio. Si bien en algunas ocasiones entre vecinos/as han encontrado soluciones temporales de relleno de pozos, esperan que en un futuro, las calles puedan ser mejoradas en conjunto con las instituciones competentes.
Sobre la calle Heredia, entre las calles Inclusa y Molina, se encuentra ubicada la cachimba que da nombre al barrio, con una placa en la que se lee: “La casa solidaria Eduardo Pinela agradece al Gobierno Comunal de Tabaré Vazquez (1990 - 1995), por la construcción del monumento nacional de la gloriosa Cachimba del Piojo y a los vecinos por ceder el terreno”.
Para vecinos/as y concejales/as, tanto el monumento, como la placa y el entorno que rodea a la cachimba, deberían ser recuperados, como forma de cuidar un elemento de naturaleza histórica que otorga identidad y pertenencia al barrio, además de haber sido un espacio que antiguamente contaba con bancos, en los que vecinos y vecinas se juntaban a compartir mates y charlas.
Betty, vecina de la cachimba y concejala vecinal, destacó que en el barrio “todo se hace con esfuerzo”, como las tardes en las que junto a otras vecinas organizan meriendas solidarias, y los gurises y gurisas del barrio van a tomar una copa de leche y a comer unos bizcochos; producto del esfuerzo y la colaboración de una cachimba organizada, que se preocupa por la vivienda, la salud, la alimentación, y la vida digna.