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05.07.2013 - 13:37

Xa Oir Montevideo

Se realizó un encuentro de niños, niñas, jóvenes y educadores

En la mañana del jueves 4 de julio se realizó un encuentro entre niños, niñas, jóvenes y educadores que forman parte del proyecto “Xa Oir Montevideo”.

“Xa Oir Montevideo” es un proyecto coordinado por el Instituto de promoción económico social del Uruguay (IPRU), al que se suman diferentes organizaciones e instituciones gubernamentales y no gubernamentales, como la Defensoría del Vecino, la Facultad de  Ingeniería de la Universidad de la República, Vida Silvestre Uruguay, la Intendencia de Montevideo y el Instituto del Niño y Adolescente (INAU).

El proyecto comenzó a principios de este año y está previsto que finalice su trabajo a fines de octubre. Tiene como objetivo pensar a la XO como una herramienta al servicio de la construcción y promoción de los derechos de los niños, niñas y jóvenes, como importantes constructores de ciudadanía. En particular se busca la promoción de derechos ambientales, relacionados a la contaminación sonora.

Marcelo Ventos -integrante del proyecto por IPRU- señala que la ceibalita es utilizada como “una herramienta que facilita y pone en diálogo a los niños, niñas y jóvenes con un instrumento que permitirá hacer un monitoreo ambiental participativo, de forma que luego puedan replicarlo en sus ámbitos cotidianos, porque las cuestiones ambientales son parte de la realidad de cualquier habitante de Montevideo”.

Para llevar adelante los objetivos planteados por el proyecto se invita a participar a organizaciones de los 8 municipios del departamento. Así es que en la actualidad intervienen organizaciones no escolares, tales como clubes de niños y centros juveniles, algunos gestionados por asociaciones civiles y otros en convenio con INAU.

Ventos también se refirió al proceso que realizan los participantes del proyecto “hay una primera etapa de información vinculada al tema sonido. Una segunda de investigación y construcción de sensores. En tercer lugar  hay una etapa de pensar y reflexionar sobre el territorio que habita y lo que realiza cada uno relacionado al sonido. Una última etapa vinculada al tema de las acciones que cada uno puede hacer sobre el ruido de su entorno inmediato, mejorarlo o cambiarlo”, señaló.

La jornada en el Club de Pesca del Cerro tenía la finalidad de que niños, niñas y jóvenes intercambien sobre lo que han trabajado, y puedan construir rutas para continuar el desafío de cuestionar, pensar y opinar sobre la contaminación sonora.

Participaron del encuentro el Club de niños “Los Tejanitos”, la Asociación Cristiana de Jóvenes, “El Tambo”, “Maracaná” y “Rambla Francia”; Centro juvenil “Obra San Vicente”, “Juventud para Cristo” y “Casa Joven”; CAIF “Las Hormiguitas”.

La jornada comenzó con juegos de integración en ronda, luego en grupos comenzaron a recorrer distintas “bases”, donde había diferentes desafíos -relacionados a lo aprendido sobre el sonido y la contaminación acústica- que debían transitar para quedar habilitados a pasar a otra base. El encuentro finalizó con un almuerzo compartido.

El desafío quedó planteado, tener una mirada crítica de la realidad ambiental que nos rodea, realizar acciones para la mejora e invitar a otros a que se sumen a ese desafío.

Andrea de Cuadro