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02.03.2012 - 16:59

Tres Ombués de limpieza

El martes 12 de julio el Municipio A emprendió la tarea de limpiar la cañada Jesús María en la zona de mayor asentamientos en el barrio Tres Ombúes.

Tres Ombúes de limpieza

Si uno circula por la Carlos María Ramírez hasta Pedro Giralt, dobla a la izquierda unas ocho cuadras y luego toma la calle Coppetti (ex calle 3), llega a la cañada Jesús María en la zona de más asentamientos del barrio Tres Ombúes; en la extensión del Arroyo Pantanoso, atrás del ex Frigorífico Castro, límite con el Cerro y la Teja. Allí se efectuó, el martes 12 de julio, con la iniciativa del Municipio A, un operativo con el objetivo de limpiar lo que es un  cementerio de autos robados.

Ramón Cabrera, Concejal Municipal del Municpio A, declaró la importancia de trabajar en una zona de asentamientos en conjunto con el Ministerio del Interior, la Intendencia de Montevideo con sus diferentes departamentos de tránsito, vialidad e inspección general, concejales, y el propio alcalde Gabriel Otero. Estuvieron presentes, también, el Comando de Jefatura, personal de automotores, los propios vecinos de la zona que entendieron, según fuentes de policía comunitaria de seccional 19, que son mejoras para el tema ambiental para no tener basura extrema o basura inédita. “El Municipio A decidió coordinar  y “echarle mano nosotros mismos en la zona. Es la primera acción junto con la policía, la comisión barrial, los concejales municipales”, expresó Cabrera, al tiempo que hizo hincapié en la inseguridad que genera el colector Alaska por los diversos problemas de inundaciones.

El concejal  resaltó la buena colaboración de todos los miembros, “ a los que acudimos a coordinar desde el Ministerio del Interior y desde la Intendencia”, e hizo énfasis en la labor de la policía comunitaria que “tiene una muy buena relación con los vecinos y que nos permite hacer el trabajo con total seguridad y tranquilidad”.

Las empresas Demolmar y Laisa trabajaron en conjunto y fueron quienes se encargaron de la extracción y de la compactación de los vehículos. Jessy Enrique, quien dirigió la tarea de extracción de los autos, declaró que Demolmar es una empresa que se “dedica a estas tareas poco ortodoxas, desarmamos barcos y grandes estructuras como galpones”, participando en esa cuadrilla el patronal de los liberados ex reclusos.

Según fuentes de la policía comunitaria, hay en la cañada Jesús María aproximadamente 30 autos a la vista, de diversas marcas, pero del otro lado (de la cañada) se estima que pueden haber unos noventa más. “La última vez que se había hecho una limpieza en este lugar fue en el año 2006. En esa oportunidad se habían sacado 80 coches”, afirmó el Comisario Fonseca.

Lo recaudado de todo lo extraído se volcará a la sociedad para nuevas infraestructuras de la zona.
Mario Sanchez, presidente de la Comisión Fomento de Tres Ombués señaló que “es un logro tremendo la señal que da la alcaldía y la junta de querer hacer algo en esta zona” porque esta tarea le va a permitir consolidar un proyecto planificado desde hace mucho tiempo que no se pudo concretar por falta de recursos. Se realizará una terminal de ómnibus en la plaza Tres Ombúes. Dicho proyecto recibirá, además, apoyo por parte de la empresa de transporte público COME (Corporación de Ómnibus Micro del Este S.A).

Tres Ombúes es una zona que está apartada y “siempre decimos que somos parte del olvido por ser pobres”, afirmó Sánchez. Tiene en población el 10% de la alcaldía y viven 22.000 personas. Indicó que los asentamientos fueron aumentando, “no fue casual sino más causal que otra cosa. No necesariamente el indigente que vive en esta zona es un individuo sin estudios; por alguna razón llegó acá y como medio de vida tiene eso y lo defiende. Tanto que si les propones hacerles una casa de material no quieren”. Sánchez expresó su deseo de renovar el barrio pero “esas personas no quieren cambiar y a veces cuesta mucho hacerles entender que la vida digna está del otro lado”.
Consultado por el operativo en la cañada manifestó que era muy positivo porque “alguien se interesó por nosotros” Cuenta que el barrio tiene 54 años y en ese momento existían 11 ómnibus pero la evolución decreció puesto que hoy en día cuentan sólo con seis líneas de colectivos . “Nosotros tratamos de generar movimientos para que la gente viva dignamente. Esta gente se siente muy discriminada por las personas de arriba, es decir, las que pagan luz, agua e impuestos, y no es así porque intentamos un acercamiento entre todos”.

Nancy, una vecina de la zona que vive hace 7 años en su casa de chapa ubicada sobre la cañada, asegura que cuando se fue a vivir ahí, el lugar no estaba como hoy. Afirma que  la cañada se lleno de autos hace, aproximadamente, un año.  “Y esto no es nada porque estaba hasta el tope, ni se veía el agua. Fueron sacando las chapas y desarmando todo”. Según Nancy les sacan las ruedas, el motor y algunos otros repuestos y luego los incendian.  “Una vez tuve que llamar a los bomberos porque el caño del water de mi casa da para la cañada y me empezó a salir humo del water”.  Afirma que quienes se encargan de descuartizar los vehículos son “gurises, más que personas mayores. Pero acá no te podés meter porque sino te incendian el rancho”.
Otros vecinos, que hace más tiempo que viven allí y observaban como extraían los vehículos, se mostraron conformes con el operativo porque “así no se van a tapar los caños y se evita que se inunde cuando llueve”. Relataron que la zona se fue poblando cada más con el paso de los años, a la vez que hicieron hincapié en cómo afecta la mugre en los niños que habitan en la zona.

Virginia Martínez