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30.08.2012 - 13:49

Hablando el mismo idioma

Gerardo Falco es el médico de familia de la policlínica de Pajas Blancas, que se inauguró en junio. Contó su experiencia como médico de la zona oeste, donde nació.

Gerardo Falco nació en la zona rural de Montevideo y se desempeña como médico de familia en
el oeste de la ciudad. Conformó la Comisión de Salud de Pajas Blancas en conjunto con los vecinos y vecinas de la zona. En la actualidad la comisión posee personería jurídica y ha concretado en el mes de junio uno de sus proyectos fundamentales: la Policlínica Comunitaria de Pajas Blancas.

- ¿Cuánto hace que trabajas en el oeste?
- Estoy trabajando como médico en la zona hace veintitrés años.

- ¿En qué barrios?
- Prácticamente en todo el oeste: Paso Molino, Paso de la Arena, Nuevo París, Pajas Blancas, Maracaná, Cerro y Santiago Vázquez.

- ¿Qué significó para vos la inauguración de la Policlínica de Pajas Blancas?
- Fue un sueño. Me recibí en el ochenta y siete y al año siguiente comencé a trabajar como médico en
Pajas Blancas. Enseguida convoqué a las “fuerzas vivas” del lugar y conformamos un grupo enfocado
en los temas de salud. Se llamó Grupo de apoyo a la medicina familiar. Durante veintidós años,
no hubo semana en que no nos reuniéramos. Al poco tiempo pensé: “tenemos que tener un proyecto
bandera, aunque nos cueste”. Así fue que empezamos hablar de la Policlínica de Pajas Blancas,
hasta hace dos meses que se concreto. Por un lado, quizás, lo manejamos mal porque podría haber salido antes. Pero por otro lado nos sirvió, nos permitió hacer muchas cosas juntas y participó mucha gente.

- ¿Qué rol tiene que tener el médico que trabaja en un barrio?
- Cuando vos te metes en la comunidad, el trabajo se te hace más lindo y más fácil. Haces que la gente te valore. Se aprende de la comunidad y la comunidad aprende del médico, se logra identificar mejor lo que se necesita y se apunta mejor hacia los objetivos. Luego de la inauguración de la policlínica no hubo una persona que no venga y me diga: “Gerardo te lo mereces por que siempre estuviste, porque atendiste en las peores condiciones”.
Eso genera un sentimiento de agradecimiento que me parece muy importante. Creo que el médico de
familia es ultra necesario. Educando a la gente se le puede hacer entender cosas que aprendimos por la profesión.

- ¿Qué papel cumple la comunidad?
- La comunidad cumple un rol trascendente, aquel que quiere participar trae cosas positivas. Se participa en eventos de recaudación de fondos, jornadas y en programas de salud para la propia comunidad. Se beneficia a la familia y a su barrio, por ejemplo el programa de adultos mayores, y actualmente empezamos uno de adolescentes. Otro concepto que desde la salud se promueve es el de vecindad, de buena vecindad, que a mi criterio lo perdimos. Participando estas dando otro ejemplo.

- ¿Cuáles son tus proyecciones en la actualidad con relación a la policlínica?
- Fundamentalmente hay proyectos para que la policlínica se transforme en un centro ciudadano, que
haga redes con más organizaciones que se encuentran en la zona y formen un centro donde se puedan volcar las necesidades de la comunidad. Esperamos que todas las organizaciones trabajen en conjunto, ONG’s, la escuela, el club, el caif, los liceos, la iglesia, la policlínica y toda organización o institución de la zona de Pajas Blancas que así lo entienda. Por otro lado, hay dos grandes líneas en la policlínica: el programa de adultos mayores y el programa del adolescente. Con los primeros fundamos un grupo que se ocupa tres líneas: una de educación para la salud con charlas y talleres;
otra sobre el control de salud en el adulto mayor -cada seis meses realizaríamos una jornada de controles para poder tener otras especialidades que supervisen la salud- y por último el área de recreación para que los adultos mayores participen en actividades lúdicas y excursiones, que ya se han concretado. Estamos empezando a trabajar con el adolescente, pero es mucho más difícil, es un grupo muy tentador de trabajar, pero complejo de cautivar. Si no hay un programa objetivo, el adolescente se aburre enseguida.

- ¿Cuáles crees que son las mayores necesidades a nivel de salud del Municipio A?
- Me parece que faltan recursos humanos con perfil comunitario, hace falta descentralizar muchos programas que están, pero no llegan acá.

- ¿Que progresos observaste en el oeste de Montevideo desde que te recibiste hasta el momento?
- Creo que hubo mejoras, primero se quiere adaptar los servicios de salud a la realidad social. Cuando me recibí nunca me hubiera imaginado que tendría que coordinar con servicios de violencia doméstica, hoy existe un programa. No imagine que tendría que dedicarme al adolescente. Hoy tenemos un programa sobre adolescentes, estamos estudiando todos los días, yendo a cursos y contactándonos con grupos. Los servicios de salud se tuvieron que adaptar a lo que es hoy la drogadicción. Y el último gran paso es tener psicología en el primer nivel de atención en todos los servicios de salud. El hecho de que hoy se aspire a que exista un médico de cabecera, habla de que vos médico sos responsable de una población. La accesibilidad es importante, la salud apunta a saber bien qué es lo que pasa afuera y tratar de solucionarlo.

- ¿Por qué apostaste al oeste?
- Nací y fui criado acá. Se dio que me maneje bien, a veces se dice que no puedes ser mesías en tu propia tierra, en mi caso fue al revés, creo que no hubiera sido profeta en ninguna otra tierra que no hubiera sido ésta. Hablar el mismo idioma y tener pasados comunes me ha dado mucha comodidad hasta el día de hoy, inclusive hay gente que conoce hasta mis abuelos. Me gusta trabajar con mi gente, pero también tiene otro grado de responsabilidad, no es lo mismo atender gente que la ves una vez y no la ves más, a atender gente que te conoce desde que naciste.

Noelia Rocha

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