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28.08.2017 - 20:19

Un trabajo de hormiga

Foto Facebook Colectivo Cultural New Paris
Nelson Trías y Nicolás Dalton hablaron con +O sobre cómo fueron los comienzos del Colectivo Cultural New Paris y su impacto cultural para los vecinos.-

El Colectivo Cultural New Paris es un grupo de vecinos que desde hace tres años apuestan a revitalizar el barrio Nuevo París, organizando eventos de música, teatro, circo y danza, todos al aire libre y gratuitos.

Sus integrantes reflexionaron sobre el sentido de pertenencia, el vínculo con los vecinos y la importancia del Centro Cultural Nuevo París, que será inaugurado el próximo año.

¿Cuándo surge el Colectivo New Paris como tal?

Ya llevamos dos años, arrancamos en diciembre de 2014. Como todo colectivo nace de la inquietud de los propios vecinos, nos empezamos a juntar en agosto-setiembre con las primeras reuniones. Justo en el barrio se había hecho una obra con el Presupuesto Participativo, un anfiteatro. Entonces el 13 de diciembre (de 2014) decidimos presentarnos frente al barrio con actividades. Ahí nos juntamos con lo que era la comisión de vecinos de ese momento y nos presentamos como Colectivo New Paris.

¿Cuántas personas integran o han pasado por el colectivo?

Desde el primer momento hasta ahora han pasado unas 30 personas. Hoy somos cinco, pero a la hora de los eventos siempre hay más gente que nos da una mano. Podemos decir que hay un núcleo de seis o siete personas que han estado siempre.

En cuanto a la planificación de las actividades, ¿cómo se organizan?

En un principio cuando arrancamos hacíamos una actividad por mes, porque éramos un montón. Pero después fue bajando y ahora lo que tenemos son fechas en las que siempre organizamos algo; como el día del niño, reyes, nuestro cumpleaños, día de la mujer, carnaval, corso y el New Paris Rock.

¿Cómo es el diálogo que tienen con la comunidad, con los vecinos del barrio?

Para empezar somos vecinos y padres (algunos) de los niños que están hoy en Nuevo París, y muchos de nosotros nos hemos criado toda la vida ahí, creo que por eso más o menos sabemos que hay algunas carencias y cuáles son. Al realizar eventos de cualquier índole una vez por mes, vas viendo más o menos qué es lo que a la gente le gusta o le gustaría.
Por otra parte, la idea del colectivo siempre fue enfocada a la familia, entonces hay cosas que siempre hemos hecho para justamente atraer eso, actividades a horas tempranas. No vendemos alcohol, simplemente vendemos tortas fritas, panchos, chorizos. Tenemos un gran apoyo del supermercado Malbatán. Con sus donaciones hacemos cosas para vender a precio barato para que la gente con poca plata pueda pasar el rato viendo algo artístico y comiendo algo rico, a un precio razonable. Eso nos da la confianza del barrio. La gente se arrima porque sabe que lo que nosotros nucleamos es la familia, la tranquilidad, las horas tempranas.

¿Las actividades siempre son al aire libre y gratuitas?

Sí, siempre. La cuenta que hacemos y que nos enorgullece de alguna manera, es que una familia con dos hijos con doscientos pesos, salen, comen algo y se ven un buen espectáculo, porque por cincuenta pesos se comen un chorizo al pan y la entrada es gratis.
También estamos en el medio de una plaza, donde está el anfiteatro, entonces a veces se da que la gente no sabía que había una actividad pero como va hasta la plaza a pasar el rato se termina sumando al evento que haya.

Hablabas de que cuentan con el apoyo de un supermercado del barrio. Para financiar y difundir las actividades, ¿cómo se organizan?

En primera instancia tenemos el apoyo del Municipio A y del programa Esquinas de la Cultura. Esos son los pilares para las actividades en cuanto a sonido, transporte y muchas veces artistas.
Después cada uno de nosotros se comunica con diferentes grupos, las actividades siempre son muy diversas, nunca es solo circo sino que intentamos que haya murga, grupos de música, actuaciones para chicos, teatro, todo junto. La idea es que sea una mezcla y no siempre folclore o rock. Las actividades siempre van cambiando e intentamos que sean divertidas a todo nivel.
Por otra parte, contamos con mucha gente que escribe a nuestra página de Facebook (Colectivo Cultural New Paris), que se comunican con nosotros y se ofrecen para venir.

Según su evaluación ¿cuál es el impacto que ha tenido el colectivo en el barrio?

Hay un sentido de pertenencia que en algún momento fue infundado porque no teníamos qué hacer en Nuevo París. A partir del buen funcionamiento y la buena convivencia que se genera en los eventos del colectivo, dos pizzerías cercanas empezaron a hacer actividades. Una de ellas cuenta con el apoyo del colectivo, entonces hay eventos, la gente se junta, hay convivencia, inclusión social, se comparte, y todo esto le da argumento al sentido de pertenencia.

En cuanto al barrio, a veces nos ha pasado que la gente nos para en la calle para saber cuándo van a cortar los árboles, y nosotros tenemos que explicarles que no tenemos nada que ver con esas cosas. Hay emociones vividas. En todas las cosas que hacemos siempre se encuentran caras de sorpresa, niños que se quedan mirando al guitarrista cuando toca, nos ha pasado de tener una señora mayor, como de 80 años, que se quedó a escuchar todas las bandas. Esas pequeñas cosas pasan en el barrio y te das cuenta que se está haciendo algo distinto y que tiene un gran impacto. Dentro de las actividades que hacemos para el barrio ha habido músicos de Chile, de Brasil, actuaciones de teatro, de todo.

Si tuviéramos que hablar de las dificultades que enfrentan, ¿cuáles serían?

A veces somos nosotros mismos, el colectivo en general. Porque también está la parte de entender que todo lo que hacemos es de onda, todos tenemos hijos, trabajos, diferentes horarios o compromisos, entonces no es sólo las ganas que tengas sino también todo lo que está alrededor de uno. Eso a veces puede ser una contra.
Al principio teníamos un poco el estigma del barrio. A veces cuando hablábamos con artistas de otros lugares por estar en contacto con nosotros o con el Municipio, por ahí venían pero con cierto recelo. Igual lo bueno es que siempre quieren volver. En un tiempo fue una limitación también para artistas nuevos, que todavía no nos conocían o nunca habían llegado al barrio.
Nosotros buscamos buenas razones para que el evento salga bien, el hecho de empezar temprano, no vender alcohol, no dejamos que se genere un mal ambiente y por ese lado las contras son pocas.
Por otro lado, al no cobrar entrada, ningún artista se lleva un mango. Igual tenemos artistas que son parte del colectivo y no precisamos llamarlos, cuando se enteran cómo es la actividad ellos mismos se ponen en contacto. Las bandas de música de rock, que por lo general son colectivos, siempre están dispuestas a venir a tocar.

El Municipio A tiene previsto inaugurar para el año que viene el Centro Cultural Nuevo París, ¿qué significaría esto para ustedes?

Un logro de todos. El colectivo se junta principalmente queriendo un centro cultural mucho antes de pensar en hacer actividades. El objetivo era lograr un espacio. A partir de que empezamos a hacer eventos y a crecer, el Municipio se acerca a nosotros y nos ofrece la creación de un centro cultural en la misma plaza Monterroso. Apoyamos la idea y estamos en ese proceso. Hemos tenido reuniones, ya está todo programado. Está el cartel en la plaza.  Estamos ansiosos y a la espera de que salga. Evidentemente estamos logrando la idea del colectivo, va a ser el primer espacio público, social y cultural verdaderamente del barrio, realizado a través del Municipio. Es una urgencia del barrio. Otro logro del colectivo es que vamos a poder ofrecer talleres. Es una idea que defendemos a muerte y es que en ese lugar queremos que se aprendan cosas. Nosotros nos criamos en ese barrio sin hacer nada. Hoy somos los propios vecinos los que generamos algo y eso es algo importante a destacar, es un logro de vecinos comunes, ninguno está vinculado al Municipio. Teníamos una idea y la empezamos a gritar y alguien nos escuchó. Entonces más allá del agradecimiento que le hacemos al Municipio, creo que esto es un logro de vecinos comunes y corrientes que tenían una meta y la lograron.

Hablando de vecinos, ¿es un colectivo abierto? ¿cualquiera se puede sumar?

Sí, claro. Tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Porque todos tenemos opinión. El primer día que llega una persona, ya tiene la posibilidad de levantar la mano y votar. La propuesta está abierta porque somos un grupo de vecinos y siempre viene bien gente a dar una mano. Lo que hacemos no termina solo en actividades culturales, a nosotros nos gustaría crecer un montón y hacer otras cosas también. Somos vecinos comunes que dedicamos parte de nuestro tiempo a hacer cosas para el barrio y para los demás.

¿Cuáles serían los objetivos que quedan por cumplir en esta parte del año?

Y nos quedan algunas fechas por cumplir que ya tenemos pautadas, y luego que empiece la obra del centro cultural y cuando arranque vamos a festejar, porque para nosotros es un gran logro.  Pero el principal objetivo es seguir trabajando por la cultura, porque no dejamos de hacer actividades, logramos lo que queríamos que era un centro cultural, y ahora queremos estar adentro, trabajar, hacer actividades ahí. ¡Y después capaz que nos colgamos a pedir un polideportivo! También nos gustaría enroscarnos en un nuevo presupuesto participativo para lograr otras cosas.

Por Milena Santos

Nota originalmente publicada en +O, publicación del Municipio A, Año 7 - Edición Nº22