¿Cómo es llevar adelante esta “quijotada” del fútbol femenino
en una zona un tanto machista, si se permite la expresión, como el
oeste montevideano? ¿Cómo surge y se desarrolla el proyecto?
Es un barrio complicado, más complicado con los padres que con
las niñas. El proyecto nace en el año 2006, a través de mi hija, que con 11
años me dijo que quería jugar al fútbol “con camiseta” y empecé a acompañarla. Jugaba muy bien, en Cerromar, a pesar de ser muy menudita de cuerpo y gracias a un señor del barrio que la vio jugar, Eber Yánez, la vieron de Progreso me acuerdo; llegó la oportunidad de comenzar el trabajo
con niñas. Él me planteó presentar un proyecto de futbol femenino de niñas en el club Cerro, más como un fin social que deportivo y el proyecto
salió. En el año 2007 ya estaban inscritas en AUF y participando en
competencia de ONFI, categoría sub 11 y sub 13. Con las mismas chicas jugamos luego la categoría mayores y a lo largo de los años se ha ganado el
nombre Cerro y un lugar. Esa Escuelita que empezó por ver que pasaba hoy es un gran proyecto; se inscribe como escuela municipal para tener apoyo de la Secretaría de Deportes, como materiales, boletos y viáticos; gracias a ello pudimos ir a Argentina a jugar el Campeonato Sub 16 y recibimos apoyo y viáticos; las chicas salieron campeonas. Ahora presentamos un proyecto a Secretaría de Deportes para que se lasapoye con boletos todo el año y no
sólo cuando están en la selección.
Aparte de ser “amateurs”, otro tema es la capacitación, pero también está el crecimiento, la formación, en este caso las chicas.
¿Cómo se trabaja eso?
No le decimos a ninguna que no venga a practicar. No importan las habilidades, aceptamos a todas. El cuerpo técnico está capacitado
para trabajar esa filosofía de equipo: formar personas a través del deporte.
Junto al Coordinador Deportivo Daniel Pérez, técnico titulado. La
fase formativa es lo primordial, el equipo que tiene presión para ganar
es el equipo de mayores, que empezaron con nosotros, siendo niñas.
Hay un trabajo social importante, que es necesario, ya que reciben mucha
discriminación las chicas, por jugar al fútbol, las tildan de lesbianas,
por ser del Cerro, por ser futbolistas es difícil que consigan empleo, etc.
Otro tema es el embarazo adolescente, muy frecuente en la zona y
también lo trabajamos a través del deporte. Tenemos madres en el equipo
incluso, lo cual es muy difícil para ellas, pero siempre buscan la alternativa
de que cuiden a su hijo para poder seguir practicando.
Arrancaste como una actividad social y hoy en día es una pasión
para vos. Sos incluso la Directora Técnica de la selección nacional de
la Diversidad.
Es verdad. Tengo que nombrar a Estela Nikitof, que es el nexo del club
con la AUF. La directiva nos ha apoyado mucho y la hinchada también.
Y en cuanto al trabajo con la selección de fútbol gay Uruguay Celeste,
la verdad es que es una experiencia muy enriquecedora. Ingresé en el
2013, si bien la selección trabaja desde el 2006, a través de unos amigos
gays que eran discriminados a la hora de jugar al fútbol, comenzaron
a practicar en los alrededores del Estadio y desde el 5 de abril del 2008 se
oficializó la Fundación Uruguay Celeste: Deporte y Diversidad.
La idea es que no incluya sólo fútbol, si no diferentes disciplinas deportivas.
La idea es que sea inclusivo, no exclusivo; y esa fue de las principales
razones por las que me vinieron a buscar a mí, para formar aparte del
proyecto, por ser mujer, por mi trabajo en Cerro, difícilmente un hombre
pueda decir que está dirigiendo la Selección de la Diversidad, por el
machismo que existe. Y también trabajan mucho en lo social,
por ejemplo, el tema del matrimonio igualitario.
¿Cómo te ha ido y te está yendo con esa Selección de la Diversidad?
Me plantearon un desafío cuando llegué: tenía un mes para prepararlos
para jugar la Copa Redentor en Santiago de Chile, imaginate, íbamos
a jugar en el Estadio Nacional, no era poca cosa. Jugamos contra los
Cóndores de Chile (selección de la diversidad trasandina), ganamos 3 a 1
y trajimos la copa. Yo ahí volví a mi trabajo con las chicas de Cerro y luego
volví a trabajar con ellos hasta hoy en día. La selección igual es abierta, inclusiva. Si bien el reglamento permite dos heteros por equipo, es muy difícil
de comprobar. La idea no es segregar
También tiene una pata socialesto, claramente.
Por supuesto. Hay muchachos que juegan muy bien, que podrían estar
en un equipo de primera división y no juegan por ser discriminados o por
adeptos a la causa; por otro lado, hay otros que poco saben de fútbol, que
no son muy buenos, pero les gusta, buscan incluirse y tener un lugar
donde poder ser lo que realmente quieren ser.
Los interesados e interesadas que quieran participar de algunos de
estos proyectos ¿Cómo deben hacer, a dónde deben acercarse?
Con la Selección Uruguay Celeste practicamos en las canchas del
Municipio G, en Batlle y Ordoñez y Sayago; miércoles y viernes a las
19: 30 h. Y niñas, que quieran aprender en la Escuela de Fútbol de Cerro,
estamos practicando categoría sub 11 y sub 13 (hasta el año 2002), martes
y jueves 17:30 h en las canchas del APEX en Haití 1606.
Entrevista: Pablo Khalil
Transcripción: Andrés Monín