Back to top
22.04.2025 - 12:49

A mover las cachas

En diálogo con Marisa Cruz, tallerista del Centro Cultural Alba Roballo
En diálogo con Marisa Cruz, tallerista del Centro Cultural Alba Roballo

El Centro Cultural Alba Roballo, para los y las conocedoras de nuestro territorio, está ubicado sobre la calle Llupes, tan mencionada en la canción popular de uno de los referentes musicales célebres de nuestro querido país. Sin embargo, existen iniciativas como las de Marisa, que hacen que sea posible conectar un pequeño pueblo situado en África, con el barrio Nuevo París y su comunidad.

Marisa Cruz, profesora de fitness, step, y funcional; se acercó al Alba Roballo para proponer un taller llamado “Moov África - Disciplina fitness”, dirigido a jóvenes y adultos, que funciona desde marzo de este año, y seguirá funcionando hasta mayo del mismo; todos los jueves de 14 a 15 hs en el centro ubicado sobre la calle mencionada en la canción del gran Fernando Cabrera. 

 

De África al Alba

Marisa explica que Moov África se trata de acondicionamiento muscular con pasos africanos”. Además, narra que “el profesor que comenzó con esta iniciativa se llama Mansur Ramia”, —proveniente de Mayotte, una isla africana un poco más chica que Montevideo—, “de gente bien humilde, que sufre la desavenencia de que su comunidad esté constantemente en riesgo”. Luego de tomar clases con él, Marina se sensibilizó con la danza como refugio, y pensó en “mostrárselo a muchas personas, y a personas mayores”.

Marisa cuenta que cuando se le ocurrió la idea de transmitir sus conocimientos, se acercó al Alba Roballo con la idea de ir a “preguntarles” [si podía realizar el taller en el espacio ]. La tallerista cuenta que le “gusta el ambiente, el lugar, como te tratan los y las funcionarios/as”; y que a medida que se fue involucrando se dio cuenta que su iniciativa había sido desde un principio “querer demostrar lo que yo sé, lo que tengo dentro”,

La tallerista cuenta que la mayoría del público con el que trabaja es con personas mayores, y con respecto a esto dice que su taller es una buena propuesta, dado que piensa —quizás de manera contraria a algún estereotipo sobre la población mayor— es que “no tienen que quedarse sentados en un sillón mirando televisión, o mirando el informativo,  pueden seguir”. Al mismo tiempo, agrega que la disciplina que ella propone “Igual se puede hacer en sillas, se puede hacer en muchas formas que a la persona mayor le va a hacer genial”. 

 

Beneficioso es poco

Marisa asevera que la disciplina que transmite cada jueves, cuando se la ve entrar por la puerta central del Alba Roballo, y ser acompañada por casi más de treinta vecinas; que simplemente “moviendo los dedos como si fuera un teclado de piano, movemos cien partes del cerebro”. De esta manera, ha enfocado su taller especialmente en las personas mayores, “reforzando desde estos movimientos la coordinación con pasos”.

La tallerista explica que de la manera en la que funciona nuestro cuerpo de manera integral, no tiene que ver con una decisión racional de decir “voy a agarrar una botella con la mano izquierda, no, agarro la botella con la mano que sea". De esta manera, enfocándose en la coordinación, que asegura que es “una parte del cerebro con la que no se trabaja diariamente, al adulto mayor le trae muchos beneficios, le viene especial eso, porque el cerebro no se les va 'durmiendo'”.

Finalmente, Marisa lamenta que “algunas personas mayores se quedan sentadas en la casa de salud, o en la casa, solas, o están con los hijos”, pero que sin dudas, “la coordinación ayuda mucho a estabilizar el organismo, la energía, la voluntad, la música les da alegría”. Así es que aunque las inscripciones hayan empezado en marzo para el Centro Cultural Alba Roballo, y el curso finalice en mayo, la tallerista invita a aquellas personas que quieran participar a que se unan.