BICENTENARIO
Luz, cámara, acción
No suele suceder en Uruguay que en una actividad cultural, o de cualquier ámbito, la gente sea puntual. Esta vez, veinte minutos antes de la hora señalada (14 horas), y a pesar del frío, el 31 de agosto, las casi 200 sillas que habían en el teatro Florencio Sánchez (Grecia 3281) comenzaron a completarse. Las escuelas Nº 374 de Paso de la Arena y la Nº174 de La Teja fueron las primeras en llegar; los niños y niñas eran los más expectantes a la cita, marcada desde hace días.
Allí se efectuó el lanzamiento oficial de Bicentenario, ante la presencia del alcalde Gabriel Otero, concejales municipales e integrantes de los comunales zonales.
En primera instancia Elder Silva, director del Florencio Sánchez, dió la bienvenida: “Nos hemos transformado, sin querer, en un lugar donde pasan muchas cosas, debates y propuestas de toda especie. Estamos encantados de que la presentación de la agenda cultural del Bicentenario del Municipio A, sea acá”.
Gabriel Otero agradeció a Elder Silva por el recibimiento “en tu casa”, al tiempo que expresó estar conforme por cómo se está generando “la movida en el Municipio” . Explicó, a su vez, que los concejos vecinales de los tres centros Comunales Zonales (14, 17 y 18), con las distintas áreas sociales, están trabajando para conmemorar, a partir de setiembre, “los 200 años de la Patria y de alguna manera también están auspiciando el certamen, porque no es una competencia, sino un torneo de fútbol que se va a realizar a nivel de todo Montevideo. Las actividades que se van a realizar van a ser lúdicas y luego se hará un sorteo para ver qué escuela representará al Municipio A, en el certamen donde todos van a ser ganadores; la escuela que participe se va a quedar con un subvenir, ropa deportiva y pelotas”.
“Presten atención”, había solicitado Silva, sobre todos a los escolares, cuando presentó a Danilo Antón “porque es un sabio y los sabios no abundan”.
Antón, quien hoy está trabajando con los municipios, “algo que él ansiaba desde hace tiempo”, según el director del teatro, nació en Montevideo en 1940 donde estudió geografía, en 1973 recibió su doctorado en Francia. Su carrera lo llevó a viajar por muchos países, de distintos continentes, convirtiéndolo en un “trotamundos”, según Silva, además de ser un pensador y provocador de ideas. En nuestro país fue director del Departamento de Geografía de la Universidad de la República, y es consultor en temas ambientales. Entre sus varias publicaciones se destacan: Petróleo y Gas Natural: ¿Inagotables? (2006), Historia Universal Contemporánea (2006), Claves de una Guerra de Culturas (2001), Diversidad, Globalización y la Sabiduría de la Naturaleza (1999, inglés, 1995), Amerrique, los Huérfanos del Paraíso (1997), Uruguaypirí (1994), entre otras.
Tras una presentación por Power Point, presentó un trabajo al que denominó Uruguay: país de muchas memorias, en el que fue mostrando imágenes de los distintos barrios correspondientes al Municipio A, al tiempo que iba explicando el desarrollo de lugares como Pajas Blancas “que comenzó siendo balneario y luego se transformó en un barrio”, Paso de la Arena, “muy grande en sus dimensiones”. Contó que en el Parque Lecoq habitó una aldea de guaraníes, 12 de ellos nacieron ahí, y “aún quedan algunos ranchitos. Estuvieron cerca de 15 años alojados allí y los estuvimos atendiendo cuando tuvieron problemas de salud”.
Hizo referencia a la inmensa cantidad de problemas ambientales y basurales, en todo Montevideo. Señalando una fotografía de Capurro, puso énfasis en los basurales que se han formado en dicho barrio. “No puedo tolerar que Capurro esté así, con grandes basurales” y cuestionó: ¿Qué hace Capurro con tanta basura teniendo la gente que tiene? ¿Qué hace Ancap que no limpia la playa, si no le cuesta nada? La bahía de Montevideo está muy dejada de lado, la parte que corresponde al oeste también”, afirmó provocando reflexión en los presentes. Sostuvo que la solución de estos problemas, no sólo la tienen el Esatdo, el Gobierno Departamental y ahora el Municipio, sino que “es un problema colectivo y no se puede resolver si no lo asumimos todos, nuestra propia responsabilidad porque las soluciones están en el comportamiento que podemos tener”.
Demostró mayor preocupación por el medio ambiente heredado de nuestros antecesores indígenas, de los que recibimos un ambiente natural, un paisaje sin contaminación, y resaltó que “podemos volver a tenerlo, dependiendo de nuestros deseos, nuestra voluntad y nuestro trabajo”. Motivó al público a reflexionar para generar cambios en la cultura y el lugar donde vivimos, “respetando el pasado, creando un presente del que podamos estar orgullosos, por los descendientes y por el recuerdo de los indígenas, que de alguna manera todavía nos acompañan”.
Los niños y niñas demostraron mucho interés a los temas tratados por Antón, al tiempo que interrogaron a las autoridades municipales sobre las actividades que se realizarán en el marco del Bicentenario. La concejala Raquel Villafañe se acercó a ellos para confirmar las fechas de las mismas. Adrián de 11 años, de la escuela Nº 174 miró a su maestra con un poco de enojo: “ese día tenemos un paseo, pero yo quiero jugar al fútbol”. La maestra sonrió y no dio respuesta.
Mientras los músicos se aprontaban para brindar el espectáculo, con el que finalizaría el evento, se entregaron los folletos con la agenda cultural del Municipio que el alcalde había adelantado. Los niños más conformes y con la información en la mano, mostraron una gran sonrisa, contando los días para participar de los juegos recreativos
Carlos Alberto Rodriguez (1957), reconocido músico popular uruguayo, inició su espectáculo interpretando “Milonga de pelo largo” del cantautor Gastón Ciarlo “Dino” y siguió con un repertorio floklórico ideal para acompañar el Bicentenario, como “Décimas a José Artigas” con letra del escritor y poeta Enrique Estrázulas y música de Numa Moraes. Llevando su memoria a sus épocas escolares, cuando “nos sentábamos en el banco de la escuela” y recordando “a todas aquellas personas que hoy no están presentes”, cantó “Amigos del alma”. Para culminar, pidió que todo el público lo acompañara recordando sus épocas escolares cuando cantaban por primera vez “A Don José” que más que una canción, sonó como el himno, haciendo que todos se pusieran de pie.
Virginia Martínez