Back to top
27.02.2013 - 13:35

Dos por cuatro oeste

¿Me acompaña esta pieza? dijo con mirada cómplice Alberto, al pedirle a su esposa que lo acompañe bailar una pieza de tango en el Espacio T.

Dos por cuatro oeste

¿Me acompaña esta pieza? dijo con mirada cómplice Alberto, al pedirle a su esposa que lo acompañe bailar una pieza de tango en el Espacio T.
Es que el pasado martes 26 de febrero la Filarmónica de Montevideo se presentó en el Espacio T de Carlos María Ramírez y Rivera Indarte, en el marco de la temporada de verano que viene realizando en diferentes escenarios populares.
El espectáculo llamado “Galas del tango”, dirigido por el maestro Frenando Condon, busca no sólo acercar la filarmónica a los barrios sino que el tango compadrón nacional vuelva a ser escuchado por generaciones que nunca han visto en vivo una orquesta de las caracteríticas de la filarmónica.
Más de 300 personas de diferentes generaciones se acercaron al teatro con el fin de disfrutar de una noche espectacular que permitió deslumbrar al público con las voces de Valeria Lima y Tabaré Leyton.
La actividad comenzó pasadas las 21 horas con la interpretación del himno al tango, “La cumparsita” de Matos Rodríguez, que deleitó a la concurrencia. Los aplausos acompañaron toda la actuación y se repitieron con entusiasmo luego de cada interpretación.
Poco a poco los vecinos se animaron a bajar a la pista. Lo interesante de esa noche, fue que las parejas que bailaron representaban varias generaciones y estilos de bailar el tango, hecho que animó a más de uno a tomar clases después.
Roberto, un vecino de muchos años del barrio, manifestó la necesidad de que este tipo de actividades se realicen más seguido, “hay que traer la cultura del centro a los barrios” manifestó.
Andrea un muchacha de no más de veinte años afirmó que nunca se imaginó poder ver a la filarmónica en su barrio y dijo “esto está muy bueno”.
La emoción vivida por el público fue muy grande. A lo lejos se pudo vislumbrar una parejita que tímidamente miraba con el mate en la mano, mientras pizarreaba algunos pasos al compás de la orquesta.

Pablo Khalil