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10.11.2011 - 16:45

Red de Drogas III

El pasado jueves 29 de setiembre, se realizó el encuentro número 3 de la red de drogas del oeste de 2011, esta vez en EMAUS Nuevo París.

Tercer Encuentro de Red de Drogas

La cita para el encuentro era a las 14 horas. En la convocatoria se pedía puntualidad dado que se presentaría la obra de teatro “El juicio perdido”, representada por integrantes de Creactivos, grupo del taller de Gabriel Larronde de EMAUS.
Los participantes del encuentro, que más o menos fueron los de siempre -(representantes de Junta Nacional de Drogas (JND), del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) Región Oeste, del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INJU), de la policlínica La Teja, de Aprendizaje y Extensión de la Universidad de la República del Cerro (APEX))-, fueron llegando al lugar incluso antes de la hora esperada. Algunos actores ya con la vestimenta de sus personajes, recibían a quienes iban llegando. Celeste, de 16 años, nos contaba que le gusta mucho la obra y que la estuvieron preparando entre todos desde hace meses. Se veía muy ansiosa por la presentación, que era la primera vez que la hacían frente a un público.

El escenario para la obra era el comedor de Emaus, donde armaron una platea con sillas y montaron una escenografía con pinturas realizadas por ellos mismos y otros jóvenes en el taller de artes plásticas. Los integrantes del taller son jóvenes de entre 12 y 18 años que han dejado de estudiar. Según contó Gabriel, el centro lo que busca es que se sientan seguros para que se inserten en el sistema educativo o laboral. El taller de arte, específicamente, se creó en 2009 con la idea de que se pueda trabajar con los jóvenes por el lado de las emociones y “cosas que les pasan que normalmente no sacan afuera". A modo anecdótico contó que muchas veces se pelean y discuten como si fuesen de la familia.

Gabriel, antes de presentar la obra, sostuvo que Creactivos encierra dos conceptos: acción y creación, "a diferencia del sistema educativo que está pensado para la actividad, para hacer y no para la creación. Nosotros utilizamos estos dos conceptos -acción y creación- como herramienta de expresión y aprendizaje". Manifestó también cómo todo esto es aprendizaje, "el hecho de pararse frente a un público desconocido los prepara para el día en que se enfrenten a una entrevista laboral por ejemplo".
Según Gabriel, el teatro es la segunda herramienta más útil, ya que los jóvenes tuvieron que acostumbrarse a leer, a memorizar, a cumplir un horario. "Fue decisión de ellos estar hoy acá a las 9 de la mañana para ensayar y eso es un gran logro. En cambio, si  a principio del año se les plantea como una obligación, capaz que no resulta; la idea es que ellos quieran estar".

En cuanto a la obra, resulta ser una gran incoherencia y el escenario donde suceden las cosas es un manicomio. La idea es que todos los actores tengan un papel indefinido y propongan el personaje. El hilo conductor de la historia es que la cordura se pelea con la locura, el público representa la cordura, las normas, la estructura la rigidez. Es una defensa que se hace de la juventud y lo hacen  desde poemas de Mario Benedetti por ejemplo.
La obra comienza con todos los personajes hincados, mirando al suelo, y uno de ellos con su guitarra sentado al frente toca y canta "Balada para un loco" de Astor Piazzola. De a poco todos se van parando e intercalados realizan distintas actuaciones al frente, improvisan un juego, mientras la locura y la cordura pelean. Los personajes, a través de poemas o pequeños textos, se preguntan ¿quiénes son los locos? ¿ellos? ¿o nosotros? ¿serán los que tienen el poder? ¿los que crean y avalan las guerras?, de esta manera la cordura termina quitándole la sonrisa a la locura, dejando al público en reflexión.

Es una obra de corta duración pero muy intensa desde el inicio, desde que aparecen todos los personajes que parecen no tener nada que ver el uno con el otro, incluso desde la escenografía montada con cuadros. Uno de ellos, impactó a gran parte de los presentes, quienes lo explicitaron al finalizar la obra, cuando se hizo la devolución al grupo.

Luego de los aplausos y agradecimientos a Emaus, se pasó a la segunda parte del orden del día, la discusión sobre dónde se iba a presentar la obra, y una reflexión interna de la misma. El tema que surgió en primer lugar es que en ningún momento de la obra se nombra a la droga, pero esto fue visto por la mayor parte de la red como algo positivo; hubo consenso que esta es la mejor manera para hacer reflexionar al público.

Los lugares todavía no están definidos, lo que sí se pudo concretar es que por lo menos este año se va a realizar dos veces, y que la idea es fusionarse con otras instituciones que quieran presentar también un espectáculo que acompañe a "El Juicio Perdido".

Lorena Canelas